9 de Octubre de 2019

Cómo funcionaba la peligrosa “bicicleta” en el corretaje de granos

El mes de septiembre terminó con un fuerte cimbronazo económico a nivel nacional ante el anuncio de la caída de BLD, una de las principales corredoras de cereales y operadora de Bolsa que brindaba servicios integrales de logística, acopio, comercialización a productores agropecuarios y clientes en general. El derrumbe se sintió particularmente en la provincia de Santa Fe y Córdoba, territorio de productores, y puso en jaque una ingeniería financiera ante la que muchos economistas venían recomendando la cautela.

 

El economista y conocedor del mercado de las finanzas, Federico Fiscella, explicó de qué se trata un método de negocio que se instaló en el sector agropecuario y que viene presentando fuertes fisuras. Lo que le pasó a BLD no parece ser distinto a lo que sucedió en Cereales del Sur a fines de agosto cuando se presentó a convocatoria de acreedores.

 

Hay otro antecedente: el 4 de enero, como vaticinio de lo que se venía para el año, hubo un fuerte estruendo en el mercado de granos ante el anuncio del derrumbe de la firma Sebastián Grimaldi con un default de 994.000.000 de pesos, según calcularon en ese momento desde el acopio Leones Agropecuaria, empresa que interactuaba con la corredora. La constante parece ser la resolución de los números en una planilla de excel sin medir los riesgos políticos reales del sistema en el que estaban operando.

 

El economista detalló en este sentido que “lo que antes existía en el mercado de granos era por un lado los acopios, que cobraban a cambio de hacer la logística de guardar la producción y en el momento en que aparecía un comprador se ocupaban del traslado de los granos al puerto; y por otro lado estaban los corredores, que juntaban puntas, eran intermediarios entre el vendedor y el comprador y cobraban una comisión por eso”.

 

Es decir, por un lado quienes guardaban la mercadería, y por otro lado los corredores que se ocupaban de la operación de venta de esa mercadería. “Tenían gente de Cargill, de Nidera, de Molinos, de alguna multinacional que quería comprar a un determinado precio y tenían a un vendedor que estaba en ese momento en posición de venta. Juntaban las partes y por ello cobraban una comisión”, detalló.

 

Sin embargo esa modalidad fue desplazada por las políticas económicas implementadas por este gobierno, hacia otra que hoy se muestra en jaque. “El corre acopio, que nació hace algunos años como modo operativo, lo que hace es comprar los granos a los productores y venderlos. Pero a quienes se los compró los va pagando en cuotas a un precio bastante mayor que el que ofrecía el mercado en ese momento”, explicó Fiscella.

 

“Para que esto sea posible, generan una especie de ingeniería financiera y la plata que le ingresa por la venta, en lugar de ir directo al pago de sus acreedores, va a bonos, plazos fijos, letras, leliqs y otros productos del mercado financiero. Los intereses que se obtienen con esa maniobra genera el extra para pagar las cuotas de una compra a un precio mayor que el que le ofrecía el mercado a los productores en ese momento y el extra también para que el corre acopio se quede con una buena diferencia”, describió el economista.

 

Parece ser una operatoria de puras ganancias cuando se la hace en la calculadora pero, según aseguró Fiscella, estas maniobras “le suman un riesgo enorme a un negocio que era de muy bajo riesgo”. Y ese riesgo llegó.

 

Lo que se dice por lo bajo, y no quieren terminar de asumir quienes llevan adelante toda esta ingeniería, es que probablemente gran parte de la plata adeudada a los productores estaba garantiza con letras, las letras se reperfilaron y hoy se les hizo imposible responder a los compromisos asumidos. La economía de un país no se resuelve en planilla de excel, es la enseñanza que deja este cimbronazo.

 

Para el economista esta situación está muy lejos de ser un cisne negro, sino algo que podía pasar y que estaba entre los riesgos a evaluar. “La crisis generalizada de este gobierno viene hace mucho tiempo atrás y cualquiera que administra plata lo que se tendría que haber dado cuenta es que no podía tomar un riesgo tan elevado proveniente de ese mismo gobierno”, planteó Fiscella, quien finalmente deslizó que este modo de entender el mercado de granos puede estar dando señales de su fin de ciclo.

 

 

Fuente: RosarioPlus.com

 

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