“No iremos al Congreso a ocupar una banca para garantizar la impunidad”
La candidata a senadora nacional por el Frente Amplio Progresista, Clara García, dialogó con la reconocida periodista Mónica Gutiérrez. Analizó la campaña y abordó los principales ejes y propuestas que llevará al Congreso.
- Estamos en el tramo final de una campaña y de un año lleno de avatares que han marcado la vida de la política y en especial, en el caso de Clara, signado por la partida de Miguel Lifschitz y el hecho de tener que tomar las riendas de la campaña en medio de ese dolor ¿Qué está sintiendo en relación a todo lo que ha pasado?
- Mi faceta personal quizás no sea distinta a las más de 100 mil familias que han perdido un ser querido por el COVID. Esta pandemia nos llevó vidas, pero también relaciones interpersonales y a mucha gente le llevó parte de su salud, le implicó dificultades económicas y laborales. En ese aspecto personal abrazo y me conmuevo con muchas personas que pasaron por eso. Respecto a la vida política, hemos sufrido un golpe enorme. Miguel era el referente natural del Frente Progresista en un momento en el cual su candidatura estaba absolutamente en ciernes. Todo en él era futuro y proyectos en un escenario nacional. Sin embargo, esa partida tan difícil, inesperada e injusta nos llevó a quienes formamos parte de su equipo a tomar la posta.
- Eso es lo más difícil, tener que pararse en medio de una situación sin margen de tiempo, porque no hubo alternativas más que tomar las riendas del proyecto y el partido para salir adelante. ¿De dónde salió esa fuerza para hacerse cargo de la situación junto a Mónica Fein?
- Fue una fuerza colectiva. Cuando uno lleva tantos años desempeñándose de esta forma, decidiendo en conjunto, codo con codo, teniendo un proyecto colectivo común tan fuerte, sentimos que no podíamos dejarlo caer. Habíamos tenido el golpe de la muerte de Hermes Binner hacía poco más de un año, ya con una enfermedad que lo tenía afuera de la vida política activa, y recientemente lo de Miguel. Entonces sentimos que era parte de nuestra obligación sostener ese legado. Toda la trayectoria que habían tenido y lo que habíamos logrado en esos años no podía desaparecer y perderse en la grieta.
- Esa fuerza también debe tener que ver con lo que se pone en juego en esta elección. ¿Qué se pone en juego el 14 de noviembre?
- Se pone en juego un modelo de país. La gente masivamente ha dicho que no a esta conducción tándem de Alberto y Cristina. Hay 17 provincias del país que han votado en contra. También en Santa Fe donde nuestro gobernador, que además es candidato a senador suplente, más de un 80% de la gente eligió no votar esa boleta.
- Puede ocurrir que los otros candidatos estén atados a un proyecto nacional…
- Están atados a levantar la mano por líderes nacional que no siempre piensan en favor de Santa Fe. Nosotros tenemos una sola obligación que es defender a Santa Fe en el Congreso. No vamos a ir a ocupar una banca para garantizar la impunidad de ningún dirigente que tiene que dar explicaciones en la justicia.
- El Senado va a ser clave en los próximos años porque muy probablemente el oficialismo pierda su mayoría. El que va a votar tiene que saber que está pensando el candidato porque hay algunos puntos críticos como la ley de extinción de dominio.
- El mejor ejemplo es Santa Fe, donde ya la tenemos en la provincia y dio resultados espectaculares. La inseguridad tiene en estos últimos años un tenor diferente porque ya no es solo el ladrón en la calle sino que hay redes de delito complejo y criminalidad organizada de manera subterránea que tienen su carnadura en el poder económico. Lograr entonces que los bienes de estas bandas vuelvan al patrimonio público para resarcir a las víctimas o para fines sociales le pega a la delincuencia donde más le duele que es el poderío económico. Así que claro, que vamos por esa ley a nivel nacional.
- Desde Buenos Aires no todo el mundo comprende por qué Rosario se ha convertido en una capital del narco en Argentina…
- Hay razones de reubicación del delito como dije anteriormente, pero también hubo una decisión deliberada del kirchnerismo que no solo no entendió la gravedad del narcotráfico, sino que lo utilizó con fines políticos. Yo fui testigo en el 2012 cuando Cristina dijo en Rosario “vamos por todo” y a partir de allí polarizaron y utilizaron la violencia soltándole la mano a Santa Fe. Esto creció de tal manera, pero siendo un delito federal, la Nación jamás lo tomó como tal. Estas bandas que están presas y organizan desde la cárcel, como la venta de violencia, están presas por delitos policiales: los Monos, los Alvarado, Ungaro, Camino… Después, una vez que estuvieron en las cárceles provinciales, no tuvo más remedio la justicia federal que tomar cuenta y juzgarlos por narcotráfico
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