Cómo aprovechar los sitios webs y contenidos on line en el receso escolar; un recorrido por los servicios sin costo, pagos y los consejos para mantener una navegación segura.

Las vacaciones de invierno forman parte de uno de los recesos anuales más esperado por los chicos. Y como es habitual para esta parte del año, las inclemencias propias de esta época hace que los paseos al aire libre, la visita al zoológico o simplemente compartir más horas en el parque se pospogan una y otra vez hasta que el pronóstico del tiempo mejore.

Y mientras tanto, ¿qué pueden hacer los chicos en casa? Si no hay una consola de videojuegos, y si la colección familiar de películas en DVD ya no resiste otra reproducción, la web es una muy buena alternativa para descubrir junto a los más pequeños.

En los últimos años, en línea con la tendencia iniciada por sitios como Facebook, surgieron diversos servicios de redes sociales con un segmento específico, tales como Club Penguin, que Disney promueve como una alternativa de entrenamiento seguro y gratuito para los más chicos en Internet.

Con una propuesta similar también existe Mundo Gaturro, un sitio que cuenta con juegos y actividades on line que se complementa con Picapon, una red social creada especialmente para niños.

En ambos casos, como suele ocurrir en varios de los juegos creados para la web, hay que tener en cuenta que existen costos adicionales si se desean adquirir más niveles o funciones adicionales dentro de estas plataformas. Asimismo, cuentan un sistema de supervisión y control sobre las actividades de la plataforma para evitar comportamientos inadecuados.

Eso la diferencia de Facebook , la gran red social con más de 900 millones de usuarios, que deben ser mayores de 13 años, según los términos de uso del sitio. Sin embargo, juegos como Farmville, Cityville o The Sims son propuestas demasiado tentadoras que, sumado a otras de las funciones de la plataforma, provoca que los menores ingresen a este sitio, aún con los riesgos que esto conlleva.

“La seguridad y la privacidad en Internet es uno de los temas que más preocupan a los padres”, cuenta Ariel Melamud, coordinador del Grupo de Informática de la Sociedad Argentina de Pediatría , que señala otro de los comportamientos de uso que cambiaron en los últimos años: la multiplicidad de pantallas, con el avance de los teléfonos celulares, tabletas y computadoras portátiles.

“La clave es seguir informando y fomentando el diálogo entre padres e hijos. Los niños crecen en el uso de Internet como algo intuitivo pero les falta el criterio que sí tenemos los adultos para poder utilizarlo sin riesgos, por eso la cercanía de los padres y el asesoramiento de los pediatras es fundamental”, agregó el especialista.

En este punto, Chicos.net es un portal de contenidos para los más pequeños que cuenta con una trayectoria en esta área, y que participa en diversas campañas y actividades que buscan fomentar el uso responsable de la tecnología en los chicos . Estas recomendaciones se pueden complementar con www.navegaprotegido.org, la iniciativa de Microsoft que ofrece consejos y recomendaciones para orientar y educar a padres, niños, maestros y tutores en el empleo seguro de la Red.

La pantalla de TV en Internet

Como una extensión interactiva de su programación, los canales de entretenimiento para chicos complementan sus contenidos con juegos, videos y actividades en la web, como ocurre con Nickelodeon y Discovery Kids .

De la misma forma, Paka-Paka, el canal educativo del Ministerio de Educación de la Nación, también posee un sitio web con juevos y videos, que se suma a los contenidos que también ofrece en el portal Conectate.gob.ar .

Si se trata de películas, el sitio de transmisión por Internet Netflix ofrece un catálogo con contenidos sólo para chicos, con títulos como Buscando a Nemo, Toy Story y Monsters, Inc., por mencionar algunas de las producciones más famosas de Pixar, o los capítulos de series como El Chavo junto a Bob Esponja, Dora o Phineas y Ferb. El servicio se puede configurar para que los padres controlen el acceso al catálogo y tiene un costo mensual aproximado de 36 pesos (unos 7,99 dólares).

Fuente: La Nación