Ejemplos de startups que cambian el paradigma de sustentabilidad
Federico Seineldin, emprendedor y fundador de Njambre, habló en el Foro MoveRSE sobre cómo crear empresas que desde sus inicios se plantean con compromiso social.
El emprendedor social comenzó la ponencia en el marco del 4º Foro MoveRSE, explicando que en la sociedad desde hace muchos años el paradigma es de un modelo donde, para ser una sociedad sustentable, hay que ‘portarse bien’ y que “el Estado controle y regule las acciones de la responsabilidad para que haya menor contaminación y mejores lazos sociales”.
En cambio, contó la experiencia de la aceleradora de empresas sociales, Njambre: “Nosotros lo que hacemos es innovar desde el sector privado, desde las empresas mismas, en un modelo nuevo y superador al control público, y donde los fines de la empresa, en vez del valor agregado, el lucro, sean la inclusión social y la sostenibilidad”.
Para Seineldin, el objetivo es un paradigma para cambiar en los sectores nuevos de las startups, sumando tecnologias limpias a sectores postergados, aunque aclaró: “No somos una fundación ni una organización, sino una empresa que cambie la matriz energética, que si no la cambiamos vamos a estar complicados los proximos años”.
Lo que el joven empresario puso en cuestión es “lo que se aprende desde la escuela que las empresas tienen el fin del lucro”, porque deberían ser “la inclusion de los sectores que hemos postergado y vulnerado, y usando la energía de modo renovable para nuestro medioambiente”.
Su mirada hacia la rentabilidad es radicalmente opuesta a una empresa tradicional, por lo que aclaró que “en las empresas es un fin, mientras que debe ser un medio, buscamos cambiar las reglas del juego”.
De esta manera, Federico Seineldin contó desde los ejemplos de la práctica algunos de los emprendimientos que Njambre lleva a cabo con la mirada del nuevo paradigma sustentable:
“Teqxac: que incorpora software de gestión a organizaciones que merecen ser eficientes, tener la tecnología necesaria y dignidad, como cooperativas de cartoneros, productores rurales, empresas recuperadas o empresas familiares. Con poco dinero pueden acceder a soluciones tecnológicas, organizaciones de Chile y Colombia. Allí no es el software lo que cambia, sino nuestra mirada hacia los problemas que nosotros sabemos solucionar, a un costo accesible y para nosotros seguir teniendo recursos para profesionales. Puede acceder gente semi analfabeta”.
“Arbusta: que es trabajo digital inclusivo. Entrenamos en oficios digitales en gestión de contenidos web. Probamos prototipos durante un tiempo, y luego llevamos los proyectos a grandes empresas o gobiernos”, detalló.
Sucede que en los barrios más carenciados, los vecinos tienen oficios tradicionales, en que trabajan con el cuerpo, y sin embargo “hay gente que quiere aprender a trabajar en servicios, y de otra manera no tendría acceso”. Arbusta es un proyecto que capacita mujeres y jóvenes, tienen un entrenamiento, y luego inserción.
“Tenemos sede en Echesortu, en barrio Las Delicias, en La Matanza, en la villa 1-11.-14, y estamos por comenzar una experiencia en Medellín, Colombia, saliendo por primera vez del país”.
Se les enseña community management, para que sepan gestionar redes sociales, y luego tenemos convenios con Taringa, Ranstad, el Gobierno de Santa Fe, el Gobierno de Buenos Aires, entre otros. Y son trabajos que en definitiva logran competir con economías mafiosas en sus barrios como es el narcotráfico. Se logra dignificar y dar ingresos con un oficio digital”.
“Tenemos la responsabilidad de innovar. No sé si habrá un cambio radical de las empresas hacia este sentido, pero sí creo que va a ser clave el rol de las mujeres, que son mas holísticas que los hombres, porque tienen el instinto de cuidar al otro, mientras los hombres siempre pensamos en ganar y competir, enfrentarnos en guerras. Tampoco sirve si las mujeres líderes toman un rol de liderazgo masculino, sino con sus atributos que son más sociales y generosos”, finalizó el emprendedor.
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